Nuestra elección fue recorrer el valle de Markha, que permite una aclimatación lenta y gradual al ascender en unos diez días sus 2.000 m de desnivel (partiendo de 3.500 m). Cerca de su cabecera hay oportunidad de ascender el Stok Kangri (6.150 m) y el Kang Yatze (6.400 m). Como César ya había ascendido el primero en un viaje anterior, decidimos intentar el Kang Yatze, cuya cumbre creíamos que no estábamos preparados para afrontar debido a sus dificultades técnicas, pero que tiene una cumbre secundaria de 6.250 m accesible para nosotros.
A Leh se puede llegar desde Delhi en un largo (y dicen que bonito) viaje en autobús, o por avión. El precio del billete de avión es bastante asequible gracias a la proliferación de compañías de bajo coste, pero los dos vuelos diarios que hay están saturados por la enorme cantidad de turistas que acoge la región, y conviene comprar el billete con mucha antelación. Además, el aterrizaje en Leh es complicado, y si el monzón se cuela hacia el norte, a veces los aviones no pueden aterrizar y se forma atasco de viajeros. Nuestra vuelta se retrasó dos días por este motivo, no ajustéis mucho los vuelos que queráis enlazar con éste.
Leh está a 3.500 m de altitud. Tras tomarse en el aeropuerto el oportuno ibuprofeno, lo mejor es dedicar tres o cuatro días a "pasar el cebollón", que pueden dedicarse a cerrar el trato con una agencia de guías, visitar los fantásticos monasterios budistas cercanos y disfrutar del relajado ambiente de esta acogedora pequeña ciudad, de la riquísima comida ladakhi y tibetana, y de la (nunca suficientemente valorada en esta región de mayoría musulmana) cerveza hindú.
Ya habíamos apalabrado desde España nuestra excursión con la agencia, que César conocía de su viaje anterior. Dedicamos un día entero a visitar algunos monasterios budistas de la región a lomos de una mitiquísima Royal Enfield Thunderbird, que nos proporcionó una jornada inolvidable (¡ver vídeo!). Y el resto del tiempo, a "hidratarnos".
Fue una suerte coincidir en el trekking con una "expedición navarro-andaluza de tres personas", y fue una lástima separarnos de ellos un par de días antes de terminar el trekking (ellos hacían el Stok Kangri) después de haber compartido esas tranquilas y largas (gracias a la competencia de nuestro cocinero y nuestro mulero) tardes de campamento durante toda la aproximación. Fernando, además, se unió a nosotros para hacer la cumbre del Kang Yatze II (6.250 m).
A continuación, el recorrido del trekking:
Ver Kang Yatze en un mapa más grande
Y por último, el vídeo del viaje:
Como mola!!
ResponderEliminarla moto, la subida, los camellos, los escarabajos... mola!